domingo, 23 de febrero de 2014

BENNY MORÉ.

El joven muchacho de 20 años  viajó escondido en  tren y en camión, a la Ciudad de La Habana. en 1940.
 Flaco, desgarbado, con aquellos dos colmillos que hacían más simpática su risa, Inició  un peregrinaje por las calles habaneras que durará casi cuatro largos años.  Desde entonces se le vería por el célebre barrio de Belén, con una guitarra comprada en una casa de empeños, deambulando por cafés, bares, hoteles, restaurantes, y hasta prostíbulos. También actuaba para los turistas, en los muelles. aún recordaba lo que antes de partir le había dicho a su madre Virginia: «Me voy para La Habana a ver si triunfo en la música, para que tú no tengas que lavar y planchar más.»




Aquel muchacho llamado Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez (Benny Moré), fue uno de los más trascendentales músicos cubanos. 
Había nacido el 24 de agosto de 1919 en el barrio Pueblo Nuevo del poblado de Santa Isabel de las Lajas perteneciente a  Cienfuegos. Sus padres fueron Virginia Moré y Silvestre Gutiérrez, y era el mayor de 18 hermanos. Por la rama materna la familia Moré estaría muy ligada al Casino de los Congos del barrio La Guinea, pues el apellido Moré provenía de Ta Ramón Gundo Moré (esclavo del Conde Moré), quien según la tradición de los congos, fue su primer rey en Santa Isabel de las Lajas.  El Casino de los Congos fue la cofradía fundada en el S XIX por un grupo de negros Congos libertos, traídos mucho antes del África Central y Occidental. Bartolomé Maximiliano Moré recibiría de ellos un especial reconocimiento por la jerarquía de su origen familiar.
Como hermano mayor, Bartolomé  se vio obligado desde muy pequeño a trabajar la tierra y, a la vez, estimular y recrear con sus cantos a los demás, con su ingeniosa facultad como repentista. La voz potente y aguda del mulatito delgado, inquieto y vivaracho, era conocida a todo lo largo y ancho del humilde barrio de La Guinea. Apenas con siete años escapaba para amenizar Guateques y fiestas en las cercanías: Solía quedarse entonando notas junto a la madre para evitar que durmiera mientras planchaba hasta altas horas de la noche. 
Con el tiempo fue perfeccionando su manera de tocar el tres y la guitarra, y con los años integró de forma un poco más profesional, con varios jóvenes, el Conjunto Avance.  En 1935 logró formar parte de un  septeto y por primera vez, el pueblo puede apreciar su voz . No conocía de música, pero poseía  condiciones innatas para ello.


Llegada a La Habana:
En 1940, luego de su llegada a La Habana,  se presentó en un par de oportunidades en la emisora CMQ donde se emitía la Corte Suprema del Arte, que buscaba nuevos talentos. En la segunda ocasión ganó el primer premio, hecho que le abrió las puertas para trabajar con artistas reconocidos como Lázaro Cordero.  Para suerte de él y de la música cubana, en una de sus correrías Siro Rodríguez, integrante del famoso Trío Matamoros, lo escuchó cantar en un restaurante, y quedó muy impresionado por la voz y afinación del muchacho.

 Luego de una gira, Miguel Matamorros sufre una  disfonía que lo obligó a buscar un cantante que lo reemplazara transitoriamente, y las excelentes referencias que dio Siro Rodríguez, hicieron que el escogido fuera Bartolo. Con el tiempo, la meritoria labor y el buen carácter del joven sonero se fueron haciendo imprescindibles al Conjunto Matamoros, lo que motivó que se quedara fijo. 
Así tuvo, por primera vez, un trabajo estable como músico y realizó sus primeras grabaciones en discos de 78 revoluciones por minuto, entre ellas las tituladas Penicilina, de Alberto ValdésMalos vecinos y Ofrenda criolla, de Miguel Matamoros, y Mexicanita, de Nené Enrizo. Oír por primera vez su voz grabada le causó a Bartolo una rara impresión. Se dice que se paseaba por todo el estudio de grabaciones con las manos sobre la cabeza, llorando y riendo como un niño. A partir de ese momento, su carrera fue vertiginosa.

México:
Viaja a México con el Trío Matamorros, pero no regresa a Cuba. Cuando le informa a Matamorros sobre su decisión de probar fortuna en tierra azteca, Miguel le responde:, «Está muy bien, pero tienes que cambiarte el nombre de Bartolo, que es muy feo. Con él no vas a ir a ninguna parte.»  Bartolo se transforma entonces en Benny Moré.
En 1946 en México, Benny se casó con Juana Bocanegra Durán, el padrino de la boda lo fue el afamado cantante mexicano Miguel Aceves Mejías

Entre 1945 y 1950, actúa con las más renombradas orquestas mexicanas, pero fue el encuentro con Dámaso Pérez Prado un hito en su carrera. En esta dupla se reunieron dos genios: en Benny Moré estaban el talento y la intuición natural; en Pérez Prado, además de todo eso, el dominio de la técnica. Con Pérez Prado conquistó al noble pueblo azteca en giras por distintos estados de ese país hermano. Debido al éxito alcanzado por  Benny, el pueblo le otorgó el título de "Príncipe del mambo" y a Pérez Prado el de "Rey del mambo".
Benny fue contratado para la realización de varios filmes y por lo tanto aparece en Carita de cieloVentarrónQuinto PatioEl derecho de nacerNovia a la medidaFuego en la carne.

Su regreso a Cuba:
La nostalgia por su familia, amigos, por la Patria, y el deseo de obtener laureles en su Isla, donde consideraba que no era conocido lo suficiente, le hicieron regresar a su Lajas querida a finales del año 50. El sonero mayor se encontraba definitivamente en Cuba, había dejado atrás comodidades, satisfacciones materiales y espirituales, amigos y hasta los amores que acompañan a la fama...
En La Habana se produciría su reencuentro con el inolvidable Miguel Matamoros.

Cuando Benny cantaba en el Centro Gallego de la capital, se desbordaban las aceras y los jardines del Capitolio Nacional para escucharlo. Debido a su sensibilidad musical Benny Moré podía abarcar en sus canciones todos los matices; lo patético, socarrón, dicharachero, lánguido, amoroso, satírico, franco, irónico, altanero, arrullador, estallante e idílico. 
 Ya con fama y prestigio bien ganado, decidió formar su propia orquesta en 1953. Su primera Banda Gigante con él como director, compositor y cantante, su querida tribu, como solía llamarle, con percusión cubana. Realizan giras por América, sus discos fueron vendidos en todo el continente, amenizó la ceremonia de entrega de los Premios Oscar, 

Ya en 1962 su salud se vio deteriorada. Su médico y amigo le diagnostica cirrosis hepática. Él acepta el desafío de dejar el alcohol -y lo logra por un tiempo-, pero incrementa su actividad musical. Estaba extenuado, pero no descansaba. No dejaba de trabajar afanosamente, siempre actuando para su gente: Guantánamo, La Habana, Regla, Güira de Melena, Marianao, Manzanillo, Santiago de Cuba, Holguín, Las Tunas, Morón, Vertientes, fueron los escenarios de sus giras nacionales por esos días. Le ofrecen realizar una importante gira por Europa, pero desestima la invitación por sus problemas de salud.
Su última actuación con su orquesta fue en el pueblo de Palmira, Las Villas, el día 16 de febrero de 1963.

El 19 de febrero de 1963, a los 43 años, muere en La Habana.

Por petición expresa del artista, sus restos fueron sepultados en su pueblo natal, Santa Isabel de las Lajas. Durante todo el recorrido de la caravana por la Carretera Central, los poblados y ciudades paralizaban prácticamente sus labores para darle el último adiós a su ídolo. Una vez en su pueblo, en el barrio de La Guinea, la Sociedad de los Congos lo despidió con un solemne rito funeral mayombero de origen bantú, a base de banderas para abrir los caminos y espantar los malos espíritus. El día 20 de febrero a las 4.00 de la tarde fue sepultado en la necrópolis de este pueblo.


miércoles, 12 de febrero de 2014

AY, LA VIDA



Hoy, 12 de febrero, se fue, y Puente comparte unas hermosas palabras.


SANTIAGO FELIU, SIEMPRE ASOMBRANDONOS

Por Vivian Núñez (Centro Pablo)





Con su irreverencia y su tartamudez estuvo con nosotros desde el primer momento, desde el concierto inaugural del espacio A guitarra limpia, regalándonos sus canciones que fueron evolucionando como él, sin perder sus esencias y sin dejar de ser reflejo de una generación.

Eso fue en 1998. Volvió tres años después en un homenaje a Noel Nicola y su última actuación nos la regaló el 22 de diciembre del 2012, en un concierto con título ahora profético: Ay, la vida.

No le gustaba que lo llamaran el cronista de su tiempo –decía que ese era su hermano Frank Delgado– pero quizás sin proponérselo ni quererlo muchos se vieron reflejado en esas letras elaboradas y agudas, y lo identificaron también por la singular y personal manera de tocar la guitarra.

Se nutrió de la Nueva Trova desde niño, acompañando a su hermano Vicente, pero nunca se pareció a nadie, ni siquiera a Frank, a Carlos Varela y a Gerardo Alfonso, los más representativos de los “topos”, todos salidos de su madriguera para trascender, de diferentes formas y grados, en el panorama musical de la Isla.

Salió y volvió, criticó y elogió, maduró y envejeció, sin dejar de ser Santiaguito, sin dejar de asombrarnos.

En estos días en que hemos publicado el libro Habáname: la ciudad musical de Carlos Varela, hemos proclamado nuestra deuda con los otros exponentes de esa generación de trovadores. Nunca imaginamos que se nos iría tan pronto, dejándonos con esa insatisfacción.

Pero ya sea en las páginas de un libro, o en sus acordes difíciles, o en su tartamudeo frenético, permanecerá en su ciudad y en su país Santiaguito Feliú, tensando nuestra sensibilidad y recordándonos que ahí estuvo, siempre, para nosotros.


Ay, la vida


(Santiago Feliú)
La vida es otra cosa,
si con las mismas ganas
te la sucedes 
sin esperar más nada.

La vida es diferente,
si la paciencia gana
cuando la soledad 
colma a la soledad.

La vida es otro cuento,
si entonces de momento
lo sacas todo 
como te ocurre dentro.

Son unos pocos días 
prestados por el tiempo,
la suma de restar 
las cicatrices de los más tristes momentos.

La vida es una sola
entre todas las vidas,
una esperanza gris, 
un pestañear y un beso,

una melancolía, 
un niño de regreso.
La vida siempre así: 
qué te pudiera yo decir más de la vida.

La vida es más que menos,
si se descubre a tiempo
que todo lo tremendo 
y lo terrible de estos días
son las venas del recuerdo.

La vida es cuanto pasa
mientras planificamos
la vida por delante, 
lo que nos pasará,
si nos quedamos o nos vamos.

La vida es el milagro
sinceramente amado,
la culpa de morirse,
las mentiras, las verdades
que nos quedan de este lado.
La vida de imprevista,
sencilla y complicada,
absurda y egoísta,
amorosa e inteligente,
extraordinaria y desalmada.

La vida es suficiente,
si entonces no se acaba
cuando se halló el final
donde se encuentra el pasado con la nada.





Tomado de www.centropablonoticias.cult.cu
Video: canal youtube A guitarra limpia

sábado, 1 de febrero de 2014

PUENTE CUBANO AL MUNDO LE CANTA A IRAIDA

Como homenajear a una amiga especial, que nos dejo hace ya dos años?


Algún día, alguien quiso a través de voces cubanas homenajear a Serrat, y surgió el álbum “Cuba le canta a Serrat”. 
Iraida, esa amiga que no está entre nosotros, amaba Cuba, su revolución y su música. En realidad en Puente pudimos saber que amaba toda la música, quería conocer y disfrutar a tantos intérpretes y creadores, que a veces nos sorprendía con sus hallazgos.
Por  eso a dos años de su partida, la propuesta es que Puente cubano al mundo le cante a Iraida…..




Para preparar este homenaje, recurrí a sus testimonios, tanto en el blog, como en su canal de youtube, porque no se si sabían, que ella por su amor a la música, tenía una cuenta, con el nombre de Dateren, y allí se deleitaba con obras fundamentalmente de músicos cubanos, las comentaba, e incluso llegó a hacer unos cuantos videos con imágenes de su amada Cuba y la música de su tierra. En este que compartimos, además de las imágenes de La Habana, comparte la foto que encabeza el homenaje, donde ella baila El son entero con su nietita...




Entre sus testimonios, en relación a la música, destacan  estos:

-Señores, si que es asombroso lo que ha dado en música Cuba al mundo, en gran cantidad de géneros musicales....y solo con unos pocos millones de habitantes.

- La verdad que al SON lo deberian nombrar Patrimonio de la Humanidad, por lo sabroso y porque a partir de el ha surgido tanta otra música.

- Me hiciste recordar un grupo de alumnos que tuve que eran bien rebeldes, y esto lo explica el hecho de que yo diría que fue el primer grupo de muchachos muy jóvenes sin terminar la secundaria o el pre.  Lo que se me ocurrió fue cantarles canciones de...Pedro Luis Ferrer como motivación de las clases...y se tranquilizaban...después los otros profesores sobre todo las profesoras (aun en esos tiempos por regla general se respeta mas a los hombres) me preguntaban cómo yo lo lograba, pues a ella se les hacia difícil darles las clases.

- A veces me tropiezo en videos de La Habana con alguna viejita  bailando y eso es, como dicen algunos de mis compatriotas cubanos ...eso es la vida...el retrato de un pueblo mas allá de dificultades. Ese carácter del cubano, lo vacunó contra dificultades económicas, tonterías desde el otro rincón y mas…

-Gracias a la Sonora matancera aprendí a bailar; mi tío ponía todas las tardes el programa donde se les escuchaba y con ellos, y mi tío que me enseñó, aprendí a bailar.

-Hablando de Canción de la trova de Silvio; dijo:  en mi opinión, ella canta que "aunque las cosas cambien de color", siempre hay uno que siente detrás de la guitarra, y de decir también, que es continuador de aquella hermosa trova tradicional.

- Su favorito Benny Moré;  de quien comentando en varios videos dijo: Amigos soy una profunda, gran admiradora de Celia, pero sin duda que el Benny More NO TIENE COMPARACION. Cubano, conocido como el Bárbaro del Ritmo. Cantaba cualquier género de música cubana. Dirigía su propia orquesta, y nunca estudio música. Lo anterior que he dicho no me lo contaron, LO VI,Y LO OI. Pero además, me parece que al hacer juicios o comparaciones sobre figuras presentes o pasadas hay que tomar en cuenta el perfeccionamiento de los instrumentos musicales y, sobre todo de los equipos de sonidos muy superiores. Por fortuna, soy lo bastante vieja para haber tenido la dicha de haber escuchado al Benny EN VIVO Y EN DIRECTO.



 Entre los segundaciteros, nombre con el que ella nos dio identidad, quiero recordarla en las palabras de  Silvio y Duende:

Silvio dijo...
Iraida sin dudas tuvo un algo especial que a veces se revela en sus más ocasionales comentarios; un algo que está mucho en las sinceras crónicas de su vida, en la evocación de las manos de su madre, en la maravillosa historia de amor sus padres. El sencillo testimonio de una vida, sus recuerdos, acaso mínimos destellos en la insondable marea virtual así lo dicen, así nos llegan. Es cierto, como dijo Eliseo, que Iraida sólo dispuso de su tiempo; pero no es menos cierto que continúa en los tiempos de quienes supimos que existía. Virtud de la memoria.
Duende dijo...
 Iraida...somos iguales por dentro con geografías diferentes a nuestro alrededor...
Ambos somos resultado de ese gran ajiaco...como sentenciara Don Fernando Ortíz...que es la cubanía...
Me alegra tu alegría...
Me alegra saber que existes...
Me alegra tu reciedumbre...
Y me alegra...por encima de todas las alegrías...saberte cubana... mambisa...martiana...
Un abrazo también con amor de tu radical compatriota...
Ahora si, los invitamos a dedicarle música a nuestra amiga, porque a dos años de su partida, Puente cubano al mundo quiere cantarle a Iraida.