domingo, 24 de junio de 2012

Elena Burke.

La Señora Sentimiento.


Su nombre era Romana Elena Burguez González.
Nació en la ciudad de La Habana, Cuba, el 28 de febrero de 1928. Fue una cantante cubana venerada y popular de boleros y de baladas románticas.
Esta atrevida jovencita con voz de contralto, empieza su carrera apenas nacida la década del cuarenta, cuando el movimiento feeling de la cancionística cubana empieza a dar crecientes señales de vida. Ella, como muchas otras figuras de la música popular cubana, debutó en la radio y muy pronto pasó al cabaret.
Como dato curioso y poco conocido, su primer contacto con la música fue a través del tango. Interpretó "Caminito" en 1940 en la radioemisora CMC. Su ídolo en esa etapa era la cantante argentina Libertad Lamarque.
Antes de incursionar como solista, la "Señora Sentimiento" -como se le conociera en vida-, perteneció a agrupaciones afamadas como los Cuartetos de Facundo Rivera, Orlando de la Rosa y el famosísimo Cuarteto D'Aida, que compartió con otras tres gigantes de la canción cubana como son Omara Portuondo, Moraima Secada y Haydée Portuondo:


Aquí, junto a Omara y Moraima, cantando "Amigas":




En 1957, Álvarez Guedes le produjo a Elena Burke su primer disco de larga duración para su sello Gema. El puso condiciones espléndidas desde el punto de vista orquestal, para que ella enseñara sus poderosas cartas credenciales como una de las más importantes voces del cancionero en lengua hispana durante el siglo XX.

Elena canta "Pido permiso"


Elena ha logrado convertirse en vehículo muy especial de los sentimientos de la immensa mayoría de la gente. Ella era admirada entre los más humildes moradores de la mayor de las Antillas, y entre los individuos de más soberbio elitismo. Esta mujer, con su voz de inacabables recursos, se convirtió en un modo de ser de la espiritualidad cubana.


Se supo que estaba gravemente enferma mientras estaba en México. A pesar de ello y aún convaleciente, regresa a La Habana.
Un tiempo después, en el momento en que la radio y la televisión dieron la noticia de que volvería a la Sala Avellaneda a cantar, Cuba se paralizó:


Se abrió el telón y todo el mundo se quedó callado al verla ahí, en un sillón de ruedas con un micrófono delante... El amor pudo más que la incertidumbre y poco después rompió un aplauso interminable, al que ella respondió diciendo: "Yo hubiera querido agredecerles de pie..."
Nadie sabía, ni quería saber, como terminaría aquello. Fue cuando a petición de un admirador que estaba en el tercer balcón, ella comenzó a cantar Yolanda, de Pablo Milanés. Todavía no había llegado ni a la mitad de la canción y se quedó en blanco. Era claro que se la había olvidado la letra. El guitarrista le volvió a dar el pie, ella decía dos o tres palabras y no podía seguir... Entonces los presentes le devolvieron lo que durante décadas ella les había entregado. Un coro de más de dos mil personas se fue alzando: le cantaba a Elena la canción de Pablo.
Desde ese momento se vio bien claro que ella nunca se iba a morir.


Cuando un amigo se va,  Elena Burke con su hija Malena.



Ella ha sido de las pocas que logró combinar con sabiduría y buen gusto estilos tan variados como los de Ernesto Lecuona, Silvio Rodríguez, Ignacio Piñeiro, Sindo Garay, Mirta Silva o Pablo Milanés. Y esa es la prueba más rotunda de su condición de gran estilista, que le permitió en vida abarcar cuanto registro y cuanto acorde existe sobre el pentagrama; porque ella descubrió con su voz la maravilla de lo nuevo. 




Falleció el 9 de junio de 2002 en La Habana.


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lunes, 11 de junio de 2012

Leyendas.

Una leyenda es una narración tradicional que incluye elementos ficticios, a menudo sobrenaturales, y se transmite de generación en generación. Se ubica en un tiempo y lugar que resultan familiares a los miembros de una comunidad, lo que aporta al relato cierta verosimilitud. En las leyendas que presentan elementos sobrenaturales, (como milagros, o criaturas de ultratumba que se presentan como reales) éstos forman parte de la visión del mundo, propia de la comunidad en la que se origina la leyenda. En su proceso de transmisión a través de la tradición oral las leyendas experimentan a menudo supresiones, añadidos o modificaciones, surgiendo así todo un abanico de variantes...
                                                                                                                        

La Tatagua. (Cuba)


Cuentan que en los tiempos remotos, en Cuba, antes que llegaran los colonizadores españoles, habia una india muy bonita llamada Aipiri.
Esta joven era muy dada a las fiestas y a las diversiones donde podia deleitar a todos con su melodiosa voz y con sus bailes.
Un dia, Aipiri se caso, y de esa union nacieron seis hijos, pero a pesar que los años habian pasado, ella no lograba adaptarse a la vida de familia, y echaba de menos las fiestas y los guateques.
Pero un dia, mientras su marido trabajaba en el campo, ella se fue a una fiesta dejando solos a sus hijos en la casa, y dia a dia ella se ausentaba mas y mas.
Sus hijos, al no tener comida, porque su madre no se ocupaba de ellos, comenzaron a llorar con un fuerte guao guao guao.
Mabuya, el dios del mal, los escucho, y cansado de sus gritos los transformo en unos arboles que hoy dia conocemos con el nombre de "Guao", este árbol es tan venenoso que solo su sombra es capaz de causar las mas graves intoxicaciones.
Cuando Aipiri regreso a su casa, encontro seis arboles en lugar de sus hijos, y antes que pudiera recuperarse de su sorpresa, ella fue transformada en una "tatagua", que es la mariposa nocturna que en la actualidad la conocemos como la mariposa bruja.
Se dice que esta mariposa entra en las noches a las casas para recordarle a las madres que jamas deben abandonar a sus hijos.
                                                                                                                                       
Anahí, la indiecita fea.(Argentina)


Cuenta la leyenda que en las riberas del Paraná, vivía una indiecita fea, de rasgos toscos, llamada Anahí. Era fea, pero en las tardecitas veraniegas deleitaba a toda la gente de su tribu guaraní con sus canciones inspiradas en sus dioses y el amor a la tierra de la que eran dueños... Pero llegaron los invasores, esos valientes, atrevidos y aguerridos seres de piel blanca, que arrasaron las tribus y les arrebataron las tierras, los ídolos, y su libertad.

Anahí fue llevada cautiva junto con otros indígenas. Pasó muchos días llorando y muchas noches en vigilia, hasta que un día en que el sueño venció a su centinela, la indiecita logró escapar, pero al hacerlo, el centinela despertó, y ella, para lograr su objetivo, hundió un puñal en el pecho de su guardián, y huyó rápidamente a la selva.
El grito del moribundo carcelero, despertó a los otros españoles, que salieron en una persecución que se convirtió en cacería de la pobre Anahí, quien al rato, fue alcanzada por los conquistadores. Éstos, en venganza por la muerte del guardián, le impusieron como castigo la muerte en la hoguera.
La ataron a un árbol e iniciaron el fuego, que parecía no querer alargar sus llamas hacia la doncella indígena, que sin murmurar palabra, sufría en silencio, con su cabeza inclinada hacia un costado. Y cuando el fuego comenzó a subir, Anahí se fue convirtiendo en árbol, identificándose con la planta en un asombroso milagro.
Al siguiente amanecer, los soldados se encontraron ante el espectáculo de un hermoso árbol de verdes hojas relucientes, y flores rojas aterciopeladas, que se mostraba en todo su esplendor, como el símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento.
Nacía así la flor del Ceibo, flor Nacional de la República Argentina.
                                                                                                                                     
La leyenda do Boto. (de los delfines, Brasil)

Es una de las leyendas más famosas del folklore brasileño. Los Botos son los delfines que viven en los ríos de la Amazonia, pero eso no quiere decir que el boto sólo se le puede encontrar allí. Por ser un delfín, puede ir al mar, a otros ríos y estuarios.

Los indios creen que el boto es el dios de los ríos y el dios de los peces, por lo que respetan profundamente a estos animales. Cosa que por desgracia no sucede con la gente que viven en las riberas del Amazonas, que matan a los delfines con palos por ignorancia o por antiguas creencias de los pescadores que los atrapan para cortar el pene con el propósito de hacer un amuleto de la “conquista viril” o para luchar contra la impotencia sexual. Sus aletas se utilizan también en la fabricación de drogas. Sus ojos se utilizan para atraer a las mujeres. Los chamanes y brujos utilizan rituales para preparar los ojos del animal, para ser entregados y utilizados por los más necesitados.

Cuentan que en las noches de fiestas, en los pueblos que existen a lo largo de las riveras del Amazonas y sus afluentes, suele presentarse un joven atractivo, de buen hablar y fácil baile, enamorando a las chicas bellas, provocando la envidia de los chicos presentes al acaparar a las más hermosas y provocando la rabia en las chicas no tan agraciadas, a las cuales no toma en cuenta. Mientras dura la fiesta, el joven juega pelota y cartas con los chicos, y nunca pierde. Bebe todo el licor que se le brinda, mas nunca parece sentir los efectos del alcohol. De tanto en tanto, mientras dura la fiesta, los juegos y los bailes, el joven sale a refrescarse, regresando luego con la cabeza toda mojada. A medida que la noche avanza y la fiesta termina el joven sale, sin que nadie lo note, acompañado por alguna de las hermosas jóvenes; ambos terminan a la orilla del río, donde hacen el amor apasionadamente. Al levantar el alba, el joven se separa de la amada y de dirige al río para bañarse; ella lo acompaña, y con los primeros rayos del sol el joven desaparece bajo las aguas, y al lado de la chica sólo hay un boto o delfín rosa que la acompaña en el baño. Nueve meses más tarde la joven da a luz a un niño de padre desconocido al que se le llaman hijo del boto, y hay muchos hijos de los delfines en las orillas del río.
Por lo tanto, toda doncella es advertida por sus madres para cuidarse de recibir coqueteos de hermosos muchachos en los bailes o fiestas. Ellos podrían ser un Boto (un galán que puede preñarlas y abandonarlas). Los testigos dicen que el joven siempre se presenta muy bien vestido, con un sombrero para ocultar el agujero para respirar que estos animales tienen en la cabeza.
Algunos botos no utilizan el sombrero, ocultando el orificio de respiración con su largo cabello.
                                                                                                                                 



        Mitos, leyendas de nuestro Mundo.
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