RESUMEN (Dulce María Loynaz) Abril y paz: Tus ojos pensativos son ya toda mi vida. Atrás se queda la sombra con las sombras... Ni rencor ni amargura siquiera. Ahora ya tus ojos solamente, tus ojos...—paz, abril, adormideras húmedas, dulces para la Vida... ¡Para la vida!...
Puente Cubano al mundo quiere hoy homenajear a Juan Gelman, que falleció el 14 de Enero de 2014 a los 83 años de edad.
Que mejor manera de hacerlo que con sus propias palabras?
Autobiografía gelmaniana
(Extractos de entrevistas)
El único argentino de la familia
soy yo. Mis padres y mis dos hermanos eran ucranianos. Emigraron en 1928. Mi
padre era un social revolucionario que había participado en la revolución de
1905. Decidió ir a Buenos Aires en 1912, escapando del servicio militar. Vivió
en la capital argentina hasta que regresó a su tierra de origen, en los inicios
de la revolución rusa. Volvió esperanzado porque eran momentos de cierto
pluralismo. Como todo mundo sabe, los espacios se fueron cerrando. Él era
obrero ferroviario, carpintero. En 1928 volvió a Buenos Aires con mi madre y
mis dos hermanos mayores. Ahí siguió de carpintero y luego de pequeño
comerciante. Mi padre era uno de esos obreros de la Rusia revolucionaria que
sabía de todo: economía, historia, ciencias políticas. Lo que ahora se llamaría
un tipo culto. Mi madre... amaba la música, nos hacía estudiar piano.
No recuerdo cuál fue el primer
poema que escribí, pero si cuál fue el primero que publiqué.
Desde los ocho años o tal vez
antes, leía mucha poesía. La poesía era como una hipnosis; me atraían los
sonidos por un lado, y por el otro el misterio de algunas palabras incomprensibles...
Boris, mi hermano, leía mucho. Fui saqueándole a mansalva la biblioteca. Tenía, él también,
algunos libros en ruso. Tenía once años. Yo leía esa revista (se refiere a Rojo
y Negro) cada vez que me caía en las manos porque tenía unos cuentos de
aventuras buenísimos. En cada número traía una sección de filatelia y otra de espontáneos.
Muchas veces traté de sobornarlos mandándoles cincuenta, estampillas
pero me rechazaban el poema. Hasta que una vez, por fin, me publicaron. Era, por
supuesto, un poema de amor imposible...
A los quince me metí en la
Juventud Comunista. Era tiempo de Perón, y la barra se dividió en dos: estaban
los peronistas y estábamos los "democráticos". Era curioso, por
momentos llegábamos a no hablarnos. ¡Quince años y ya con rivales ideológicos!
Cuando se produce la ruptura
URSS-China, había una discusión: yo era el corresponsal de la agencia china en
el país y la dirección del PC quería que yo largara. No entendía: para mi China
seguía siendo una revolución, aunque no estuvieran alineados con la Unión Soviética.
Yo no discutía la cuestión internacional, discutía la línea política nacional.
Me fui del partido en mayo de
1964. Un mes después, el secretariado general decidió expulsarme. No tenía
pensado militar en otro lugar. Después, claro, se produjo la muerte del Che Guevara,
la derrota en Bolivia, y decidí entrar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias,
las FAR. Y al poco tiempo se produjo la fusión con otras entidades
guerrilleras. Creía en una revolución en el país. Una revolución no sé si
posible, pero indudablemente necesaria. Una revolución que por 1973 me parecía
al alcance de la mano.
Por ese entonces, Paco Urondo y
yo teníamos la misma edad: 42, años. Rodolfo Walsh era un poco mayor que
nosotros. La organización Montoneros
nunca tuvo una ideología unificada. Convivían muchos matices, muchas
posiciones. Rodolfo era un tipo de una claridad y una lucidez muy grandes, convivíamos
todos: literaria e ideológicamente.
Todos teníamos muchos proyectos
literarios. Sólo tuve contacto con Galimberti o con Firmenich recién en el exterior.
Y en el exterior se tiene un tipo de praxis muy diferente. En el país, el referente
es inmediato, y una equivocación se nota enseguida. Pero eso no impidió que
rompiera con Montoneros. Para mí era necesario hacerlo.
Viví la vuelta a la democracia
desde París con muchas ganas. Estaba preparando la valija cuando un amigo me
llamó para decir que no volviera, ya que el juez Pons tenía abierto un proceso
contra mí. Si volvía, me encanaban. Y me seguí quedando. Proceso, captura recomendada,
prisión preventiva si llegaba al país. Tuvieron que pasar más de cuatro años
para que pudiera volver. Lo que sí noté, después de tantos años de exilio, los
cambios en el país. Y, por supuesto, mis propios cambios. Uno cambia de
condición en el exilio.
En el destierro me pasé cinco
años sin poder escribir. El impacto del cambio fue muy grande. En el 79 empecé
a escribir Si dulcemente, los poemas que están en Hechos y relaciones.
La nostalgia de un país no es la
nostalgia de los lugares que existen, no, las calles. Esos lugares físicos
están llenos de la historia personal. La nostalgia del país en el exilio son
muchas cosas.
El regreso fue., en mi caso, el
reencuentro con muchos vacíos, y es así como la memoria regresa a sus vacíos, y
también el encuentro con presencias inesperadas: la presencia del temor, pero a
la vez memoria de lo que pasó y olvido de lo que pasó. Mi exilio terminó. No
tengo ningún problema de tipo administrativo, judicial o policial para volver.
El hecho de vivir en México es una elección.
Ganador de innumerables y grandes premios literarios como el Cervantes, el Boris Vian y el Pablo Neruda, el escritor sufrió la desaparición de su hija Nora Eva, de su hijo Marcelo Ariel y de su nuera María Claudia Iruretagoyena. El 7 de enero de 1990 el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó los restos de su hijo Marcelo, La autopsia determinó también que había sido a sesinado de un tiro en la nuca.
En 1998, Gelman descubrió que su hija había sido trasladada a Uruguay a través del denominado Plan Cóndor, que vinculaba a las dictaduras sudamericanas y Estados Unidos, y que había sido mantenida con vida al menos hasta dar a luz a una niña en el Hospital Militar de Montevideo.A raíz de ello, comenzó una incansable lucha donde exigió la colaboración de los estados argentino y uruguayo en la investigación con el fin de hallar a su nieta. En el año 2000, al mes de asumir el nuevo presidente de Uruguay, Jorge Batlle, la nieta de Gelman, de nombre Andrea fue encontrada y Gelman pudo reunirse con ella. Luego de verificar su identidad, la joven decidió tomar los apellidos de sus verdaderos padres, para llamarse María Macarena Gelman García.
Los Reyes Magos de Oriente (o simplemente Reyes Magos):
Es el nombre por el que la tradición denomina a los visitantes que, tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acudieron desde países extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.
Los Evangelios solo hablan de «magos», en ninguna parte se indican sus nombres, ni que fuesen reyes, ni que fueran tres (número que posiblemente se deba a la cantidad de obsequios ofrecidos). Estas creencias fueron agregadas varios siglos después y se han mantenido en la tradición popular.
La palabra «mago», proviene del elamita ma-ku-ish-ti, que ―pasando por el persa ma-gu-u-sha y por el acadio ma-gu-shu―2 llegó al griego como μαγός (magós, plural: μαγοι, magoi) y de ahí al latín magi, /mágui/ (cf. magister, /maguíster/) de donde llegó al español.
Eran los miembros de la casta sacerdotal medo-persa de la época aqueménide y durante todo el reinado de Darío el Medo (521-486 a. C.)
Según interpretaciones posteriores, los Magos fueron considerados originarios de Europa, Asia, y de África respectivamente. Sin embargo, el último libro escrito por el papa Benedicto XVI sobre Jesús de Nazaret, «La infancia de Jesús», destaca que los Reyes Magos probablemente no venían de Oriente, como se ha creído tradicionalmente, sino de Tartessos, una zona que los historiadores ubican entre Huelva, Cádiz y Sevilla (Andalucía, España). Dice textualmente que
«Así como la tradición de la Iglesia ha leído con toda naturalidad el relato de la Navidad sobre el trasfondo de Isaías 1,3, y de este modo llegaron al pesebre el buey y el asno, así también ha leído la historia de los Magos a la luz del Salmo 72,10 e Isaías 60. Y, de esta manera, los hombres sabios de Oriente se han convertido en reyes, y con ellos han entrado en el pesebre los camellos y los dromedarios», relata Benedicto XVI y continúa: «La promesa contenida en estos textos extiende la proveniencia de estos hombres hasta el extremo Occidente (Tarsis, Tartessos en España), pero la tradición ha desarrollado ulteriormente este anuncio de la universalidad de los reinos de aquellos soberanos, interpretándolos como reyes de los tres continentes entonces conocidos: África, Asia y Europa».
Pero el secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, recuerda que en ningún momento el Santo Padre dice que «los Reyes Magos fueran andaluces, lo que explica el Papa es que los magos no eran otra cosa que buscadores de la verdad. Representaban a todos los hombres buscadores de Dios de todos los tiempos y de todos los lugares y eso incluía a todo el mundo hasta entonces conocido y cuyo límite occidental era Tartessos, en la península ibérica», explica. Al mencionar a Tartessos, Benedicto XVI se refiere a este límite geográfico que tenía el mundo en el siglo I a. C, «los Magos son de Oriente pero que en esa inquietud por buscar a Dios están representados los hombres buscadores de Dios de todos los lugares y de todos los tiempos».
Con respecto a los nombres de los reyes (Melchor, Gaspar y Baltasar) las primeras referencias parecen remontarse al siglo V a través de dos textos, el primero titulado Excerpta latina bárbari, en el que son llamados Melichior, Gathaspa y Bithisarea.5 y en otro evangelio apócrifo, el Evangelio armenio de la infancia, donde se les llama Balthazar, Melkon y Gaspard.6 Los nombres son además diferentes según la tradición siriaca.
HISTORIA Y LEYENDA
La tradición más difundida cuenta que vinieron de Oriente, en número de tres, y que iban guiándose por una estrella (celebérrimamente conocida como La estrella de Belén) que les condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciéndole oro(representando su naturaleza real, como presente conferido a los reyes), incienso(que representa su naturaleza divina, empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra(un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús). Antes de llegar, encontraron al rey Herodes el Grandeen la ciudad de Jerusalén, quien astútamente les conminó a que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño; y, así, poder ir él también a adorarle. (En realidad, lo que quería era darle muerte, por eso ordenó la matanza de los inocentes).
La historia sigue contando cómo un ángel se apareció a los magos y les advirtió del peligro que corría Jesús si ellos obedecían el deseo de Herodes. Así pues, no volvieron por el mismo sitio. Parece ser que, solo por el hecho de que el relato evangélico indicara que trajeron tres dones (oro, incienso y mirra), se dio por sentado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran cuatro, siete y hasta doce.
La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena(Italia). El friso de la imagen está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las Vírgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior, Balthassar...
Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre y representantes de los tres continentes (Asia, África y Europa).
Otra leyenda cuenta que, después de la resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los halló en Saba. Allí fueron bautizados y consagrados obispos. Después fueron martirizados en el año 70 y depositados en el mismo sarcófago. Los restos fueron llevados a Constantinopla por Santa Elena. Posteriormente, Federico I Barbarroja, en el siglo XII, los trasladó a Colonia, donde hoy reposan con las coronas que supuestamente llevaron durante su existencia. Miles de peregrinos empezaron a llegar a Colonia, lo que propició que en 1248 se iniciara la construcción de la catedral de Colonia, que llevaría más de 600 años terminarla. Hoy día es uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa. Colonia se ha convertido junto con Roma y Santiago de Compostela en uno de los grandes centros de peregrinación. Igualmente, existen leyendas que hablan de un cuarto rey mago.
FESTIVIDAD
Con el tiempo, en países de tradición católica, se adoptó la costumbre de celebrar al mismo tiempo el día de la Epifanía (el 6 de enero) y la festividad de los Reyes Magos, conjugándose así la manifestación de Jesús al mundo no judío con la fiesta de estos personajes que representaban justamente ese mundo de gentiles. Poco a poco, se fue olvidando el significado verdadero de la palabra epifanía (manifestación) y la convirtió en un sinónimo de adoración de los Magos.
En algunos lugares, las autoridades organizan la llamada Cabalgata de Reyes el día 5 de enero, durante la cual los personajes suelen ir montados a caballo o en carrozas, vestidos con mantos y coronas, en lugar de la vestimenta frigia totalmente desconocida. En la mayoría de sitios donde sale la cabalgata, aparte de ir en ella los Reyes Magos, también hay carrozas de otros temas y distintos personajes, como pueden ser personajes infantiles y demás. El siguiente día, el 6 de enero, es festivo nacional. Ese día los niños disfrutan sus obsequios.
En España, es tradicional que los regalos de Navidad a los niños los traigan los Reyes Magos la noche del 5 al 6 de enero, compitiendo con la reciente introducción de Papá Noel en las costumbres navideñas debido a la influencia de otras culturas. Antes, los niños deben enviar una carta a los reyes enumerando los regalos que quieren y los méritos por los que merecen recibirlos. También es tradición que la noche del 5 de enero los niños dejen sus zapatos en algún lugar de la casa, junto a la puerta, en una ventana; incluso se dejan dulces para obsequiar a los Reyes Magos y agua o comida para los camellos. Al día siguiente se encuentran allí los regalos o, en el caso de haber sido malos, carbón en su lugar (se trata de un dulce de feo aspecto pero golosina, al fin y al cabo).Es típico desayunar el Roscón de Reyes que en muchos lugares puede comerse la víspera, para merendar o, como postre, en la cena. En España estos roscones suelen contener una figurita, popularmente conocida como "la sorpresa".
En varios países de Hispanoamérica existe la costumbre adoptada de los españoles de que los niños reciban regalos de los Reyes Magos, bien en la víspera, es decir, a la medianoche del 5 de enero, o en la mañana del 6 de enero (Argentina, México, República Dominicana, Puerto Rico, Paraguay y Uruguay). También se han heredado las costumbres de la carta a los Reyes y el carbón dulce en vez de regalos.
En México, el día 5 de enero por la noche se parte una Rosca de reyes que es tomada con chocolate, café o atole. Aquí se encuentra el segundo santuario más importante del mundo con respecto a los Tres Santos Reyes, ubicado en la ciudad de Tizimín, Yucatán; siendo visitado por millares de personas durante las fiestas religiosas en su honor, celebradas a finales de diciembre y principios de enero.
En Puerto Rico, la noche del 5 de enero los niños corren por el patio recogiendo grama. Ponen la grama en una caja de zapatos y colocan la caja junto a su cama. La grama es usada para alimentar a los camellos. Los reyes entonces dejan regalos en las cajas.
En Perú, ha caído en desuso el dar regalos a los niños en esta fecha. La celebración que se acostumbra es la llamada Bajada de Reyes, que consiste en que una familia o comunidad realiza una pequeña celebración mientras se va desmontando el Nacimiento. Cuando se trata de una comunidad, es costumbre dejar dinero mientras se retiran los adornos y figuras. Esta tradición incluso ha llegado a empresas privadas, las cuales realizan dicha celebración entre los miembros de la misma
Es interesante notar que, en tiempo de la colonización española, especialmente en Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, México y Uruguay este día era de asueto para los esclavos negros que salían a las calles a bailar al ritmo de sus tamboras. Esto origina el nombre de Pascua de los Negros con que el día es aún conocido en algunos países como en Paraguay donde la comunidad Afro paraguaya celebra el día de su santo (San Baltasar).
Los países de habla inglesa dedican el día 6 de enero a desmontar los adornos de la Navidad. Esta costumbre también se ha extendido a países de América Latina, convirtiéndose el 6 de enero en el último día de la temporada navideña. Antiguamente se celebraban festejos con ese motivo y se cocinaba un pastel en el que se escondía un haba o una pequeña moneda de plata. La persona que encontraba el haba o la moneda era nombrada rey judío o señor del desorden y se veía obligada a encargarse de los festejos de esa noche. Con el tiempo, la fiesta fue evolucionando y se incluyeron bailes de máscaras y representaciones teatrales. EL MISTERIO DE LA ESTRELLA DE BELEN(describimos dos de las versiones) "El astrónomo Mark Kidger, del Instituto de Astrofísica de Islas Canarias, propone que lo que sucedió en realidad fue una suma de acontecimientos astronómicos sucesivos que alertarían a los magos de que algo importante iba a pasar en Judea. Todo comenzaría con una "conjunción triple" de Júpiter y Saturno. En una conjunción triple las órbitas de los dos planetas se alinean de tal modo con la Tierra que estos parecen acercarse y separarse en el cielo tres veces en unos siete meses. Posteriormente, en el año cinco antes de Cristo, una nova brilló en el cielo durante 70 días y los magos, que ya estaban en aviso, se pondrían en camino guiados por ella. Según esta teoría, el nacimiento de Jesús habría que situarlo en el período entre finales de marzo y el comienzo de abril del año cinco antes de Cristo. Kidger argumenta que la fecha de muerte de Herodes se sitúa en torno al año cuatro antes de Cristo por lo que su explicación sería pausible."