(Aguadilla, 24 de octubre de 1891 — 11 de diciembre de 1965)
RAFAEL HERNÁNDEZ MARÍN, compositor puertorriqueño conocido también como El Jibarito
Fundador del afamado Trío Borinquen (1927), así como del creador de canciones como "Lamento borincano", "Capullito de alhelí", "Desvelo de amor", "Silencio", "Cachita", "No me quieras tanto", "Preciosa", "Lo siento por ti", "Enamorada", "Campanitas de cristal", "Perfume de gardenias", “Payaso”..., y un sinfin de títulos más que, sin duda alguna, todos hemos escuchado alguna vez.
Rafael Hernández Marín nace el 24 de octubre de 1891 en localidad de Aguadilla (Puerto Rico). Desde muy temprana edad contó con el apoyo de su abuela materna, quien lo estimuló para que formalizara sus estudios musicales. Aprendió a tocar el piano, la guitarra, el violín y algunos instrumentos de viento (trompeta, trombón y bombardino). Siendo aún adolescente se trasladó a San Juan de Puerto Rico, donde tocó en la Orquesta Municipal bajo la dirección de Manuel Tizón.
En 1912, compuso su primera obra musical, una danza titulada “María y Victoria”, sin embargo, el comienzo de la Primera Guerra Mundial le obligó a servir en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, donde formó parte de la Banda Militar "Harlem Hellfighters" compuesta exclusivamente por negros. El capitán negro que dirigía los "Harlen Hellfighters" quedó sorprendido al saber que Rafael y otros músicos boricuas sabían leer música, cosa que no sabían en esa época los negros gringos.
Acabada su misión en el ejército, “el Jibarito” se estableció en la ciudad de Nueva York, lugar en el que conoce a destacadas figuras de la música como Luís Llorens Torres y Pedro Flores, con quien, según se comenta, en una ocasión hizo una apuesta para ver quién era capaz de escribir más canciones en una sola semana.
Ayudó a llevar el Jazz con influencias caribeñas a Francia y luego a Alemania (ya derrotada) De Francia le vino la inspiración de la canción: "Linda francesita".
Más tarde viajó a La Habana para dirigir a la Orquesta del Teatro Fausto. En 1927, regresa a Nueva York donde creó, junto a Salvador Ithier y Manuel Jiménez (conocido como “el Canario Jiménez”), el Trío Borinquen. De aquella época de Oro surgieron éxitos como “Me la pagarás”, “Estrella”, “Adiós para siempre” y “Payaso”. Con esta agrupación, el nombre de Rafael Hernández comenzó a popularizarse, una popularidad que alcanzaría la cúspide (fue considerado el mejor trío musical de América) en el año 1930 con la creación del conocido bolero “Lamento Borincano”.
Aquí la escuchamos en la voz de Chavela Vargas
Años después, tras la disolución del terceto (nombre con el que también se conocía a los tríos musicales por entonces), Rafael Hernández formó con Pedro Ortiz Dávila, Francisco López Cruz y Felo Rodríguez el Cuarteto Victoria. En esta formación surgieron otras grandes joyas musicales como fueron “Preciosa” (canción considerada todo un himno en Puerto Rico), “Desmayo” y “Cuando nos besamos”.
De un homenaje realizado por el Banco Popular de Puerto Rico a Rafael Hernández, escuchamos "Preciosa".
Luego, tras residir varios años en Cuba, lugar donde conoce a Dámaso Pérez Prado (creador del mambo), viajó en 1940 a México invitado por el Dctor. Alfonso Ortiz Tirado, uno de los mejores intérpretes románticos que han dado las tierras aztecas.
“El Jibarito” contrajo matrimonio en México D. F. con María Pérez, enlace del cual nacieron seis hijos. Allí, Rafael Hernández amplió enormemente sus conocimientos musicales (se especializó en armonía, composición y contrapunto en el Conservatorio Nacional de México) y, de la mano de Juan León Mariscal, sus creaciones adquirieron todavía más calidad y estilo.
Además de componer dirigió en México "Big Band" en vivo en la XEW, como lo había realizado antes en Cuba. También, escribió la música de varias películas mexicanas e igualmente las dirigió y participó en ellas como actor (Águila o Sol, con Cantiflas)
Desde Cuba venía el trío Matamoros y Benny Moret a aprender de él como se dirigían las "Big Bands" y aprender sus arreglos musicales. Otro cubano residente en México, Pérez Prado (La Foca) hacía lo mismo.
En Cuba defendió la tesis popular de que una Rumba caliente es mejor que un Son. "Oyéme Cachita. muchacha bonita,,la Rumba caliente es mejor que un Son"
Su tesis de maestría del Conservatorio Nacional de Música (México) la defendió dirigiendo la filarmónica de Oaxaca en Oaxaca, México.
Al retornar a su tierra natal hacia 1947 como director de un espectáculo musical, se encontró con Luís Muñoz Marín y Ernesto Ramos Antonini, quienes le ofrecieron la dirección de la Orquesta de la estación radial gubernamental, lo que supuso su regreso definitivo a Puerto Rico.
En 1956 fue nombrado Presidente de Honor vitalicio de la Asociación de Autores y Compositores de su país.
La temática de sus canciones giró alrededor del amor, la patria y la mujer. Su herencia musical fueron más de 3.000 composiciones de diversos géneros. Escribió guarachas, himnos, plenas, rumbas, danzas, boleros, zarzuelas e incluso romanzas.
Silencio - una de las preferidas de Iraida,
Ahora, una de las más populares, El Cumbanchero, grabada en más de medio millón de ocasiones:
Aquí, con un solo de timbal increíble del Rey Tito Puente,
y aquí, versión en ritmo de guaracha por Celia Cruz,
“El Jibarito” contrajo matrimonio en México D. F. con María Pérez, enlace del cual nacieron seis hijos. Allí, Rafael Hernández amplió enormemente sus conocimientos musicales (se especializó en armonía, composición y contrapunto en el Conservatorio Nacional de México) y, de la mano de Juan León Mariscal, sus creaciones adquirieron todavía más calidad y estilo.
Además de componer dirigió en México "Big Band" en vivo en la XEW, como lo había realizado antes en Cuba. También, escribió la música de varias películas mexicanas e igualmente las dirigió y participó en ellas como actor (Águila o Sol, con Cantiflas)
Desde Cuba venía el trío Matamoros y Benny Moret a aprender de él como se dirigían las "Big Bands" y aprender sus arreglos musicales. Otro cubano residente en México, Pérez Prado (La Foca) hacía lo mismo.
En Cuba defendió la tesis popular de que una Rumba caliente es mejor que un Son. "Oyéme Cachita. muchacha bonita,,la Rumba caliente es mejor que un Son"
Su tesis de maestría del Conservatorio Nacional de Música (México) la defendió dirigiendo la filarmónica de Oaxaca en Oaxaca, México.
Al retornar a su tierra natal hacia 1947 como director de un espectáculo musical, se encontró con Luís Muñoz Marín y Ernesto Ramos Antonini, quienes le ofrecieron la dirección de la Orquesta de la estación radial gubernamental, lo que supuso su regreso definitivo a Puerto Rico.
En 1956 fue nombrado Presidente de Honor vitalicio de la Asociación de Autores y Compositores de su país.
La temática de sus canciones giró alrededor del amor, la patria y la mujer. Su herencia musical fueron más de 3.000 composiciones de diversos géneros. Escribió guarachas, himnos, plenas, rumbas, danzas, boleros, zarzuelas e incluso romanzas.
Silencio - una de las preferidas de Iraida,
Ahora, una de las más populares, El Cumbanchero, grabada en más de medio millón de ocasiones:
Aquí, con un solo de timbal increíble del Rey Tito Puente,
y aquí, versión en ritmo de guaracha por Celia Cruz,
Días antes de su muerte, el Banco Popular de Puerto Rico organizó un programa musical en su honor con el nombre de La Música de Rafael Hernández transmitido por las cadenas de radio y televisión.
El 11 de diciembre de 1965, “El Jibarito” se despidió de su pueblo y del mundo de los vivos con la célebre frase Hasta siempre, mis jíbaros; para ganar la inmortalidad que sólo los grandes obtienen.
"No hay duda alguna de que el más hermoso y valioso recuerdo que nos dejó nuestro querido Rafael, fue y ha sido su música. Su legado… demuestra una vez más su creatividad y los alcances que ha tenido en el mundo hispanoamericano" (Dña. María Pérez, Señora Vda. de Rafael Hernández).