La Habana. |
6 de febrero.
Definitivamente no era mi
intención regresar a La Cabaña, la anterior experiencia no fue nada grata y de
verdad no tenía la menor gana de repetirla.
Pero hay un par de presentaciones
extraordinarias justo ahí en La Cabaña, invitación por demás atractiva que
vence con facilidad nuestra animadversión.
Así que salimos temprano, tanto
que llegamos media hora antes de que abrieran las puertas al público.
Por la puerta de San Ambrosio. |
Entramos por la puerta de San
Ambrosio, asunto por demás fortuito pues la sala Nicolás Guillén, donde se
presentarán los libros está justo al paso.
Ambos libros giran en torno a la
vida de Carlos Manuel de Céspedes, considerado en Cuba como el Padre de La
Patria.
Presentaciones. |
“El camino de la desobediencia”
es uno de los títulos, se trata de una novela biográfica de Don Manuel de Céspedes.
“El diario perdido” es el otro
título, es el mismísimo diario de Céspedes durante la gesta por la
independencia cubana.
Los títulos son de por sí
interesantes y de naturaleza cautivante, aún más por la posibilidad de que el
mismo autor y compilador estuviese presente.
No es una seguridad, el autor ha
estado delicado de salud y nada aseguraba su presencia.
Para nuestra absoluta fortuna no
fue así, un tanto más tarde de lo programado se apersonó Eusebio Leal.
Primero presentó la novela, se
limitó a leer la introducción, muy interesante y absolutamente atrayente.
Luego habló del Diario Perdido
ahí inició la magia.
Por más de veinte minutos Eusebio
nos relató la increíble historia del diario original, de cómo llegó a sus manos
y del trabajo minucioso y artesanal que realizaron para poder editarlo, de las
personas que intervinieron para bien y para mal, los que decían saber, los que
de verdad sabían.
Veintitantos minutos asombrosos
en que Eusebio Leal no dejó hueco alguno, nos cautivó con su voz cubanísima,
con todas las tablas, con absoluta sapiencia, nos atrapó, nos elevó, nos hizo
tener en las manos el diario original, nos transportó a la campaña de Carlos
Manuel de Céspedes, a su tiempo y a sus gentes.
Veinte minutos que no supe si el
sol seguía su camino, si los vientos giraban en torno a las mariposas, si el
mar nos rodeaba amoroso, ni siquiera sé si pestañee en algún momento.
Eusebio Leal es un orador
asombroso, increíble, único.
Estoy muy feliz y contento,
satisfecho de haber estado en La Cabaña el día de hoy.
Ya Pato nos contará de esta foto. |
Afuera no faltaron aquellos
jóvenes bocineros reguetoneros, pero son pocos y afortunadamente tenían el
volumen bajo, también hay basura, pero mucho menos que el fin de semana.
Día muy agradable. |
Pasado el medio día nos
retiramos, el cielo permanece nublado pero el calor aprieta. Fuera de los muros
de La Cabaña muchos niños y adultos vuelan papalotes.
Vuelos. |
Jóse nos confirma la buena
noticia (ya Lupita la había recibido por teléfono), Ana regresa a casa, la
dieron de alta, tiene que regresar al hospital solo para curaciones.
A eso de las cinco de la tarde Ana
ya está en su casa, es una fiesta.
Mañana temprano es la
presentación del libro “El tiempo que nos tocó vivir”, otro libro con una
historia asombrosa, pero eso, como ya lo dijimos, será mañana temprano.