Ángeles en la Fábrica de Arte Cubano |
30 de abril.
Tras un tremendo e incómodo viaje nocturno llegamos en la
mañana a La Habana, el frío al interior del camión es intenso, los asientos son
ergonómicamente incorrectos y una vaca casi deja la salea en la carretera, se
atravesó al paso del autobús y la maniobra para esquivarla fue muy notoria.
Salimos de la estación de Via Azul y en cuestión de pocos
minutos llegaron Jóse y el unicornio por
nosotros.
Nos llevaron a Regla, donde fuimos muy bien recibidos.
Unos bocaditos después nos duchamos con agua fría, misma que
nos supo deliciosa pues el calor de La Habana ya empieza a apretar.
¡Qué calor! No bien dan las nueve de la mañana y la
temperatura sube como locomotora.
Nos quedamos en casa de Ana a descansar un rato, el viaje de
regreso nos tiene exhaustos.
Ya entrada la tarde, el infaltable Jóse nos llevó a la
Fábrica de Arte Cubana.
Es un lugar asombroso, se trata de una antigua fábrica de
aceite comestible, bueno, Ponce dijo que había sido de aceite comestible, pero
con eso de que cree en extraterrestres, quien sabe, igual es algo que le dijo un hombrecito
verde.
Teatro en la FAC |
En fin, tomaron la nave industrial y convirtieron las
diferentes bodegas y áreas de fabricación en salas de exposición, teatros,
salas de conciertos, tiendas, bares, restaurantes, y sitios de reunión.
No puede uno dejar de ir a este lugar.
En uno de los bares pedimos un mojito, nos ofrecieron de tres CUC o de cinco CUC, pedimos el de
cinco.
Nos dieron un coctel enorme, muy rico y fresco.
Hago un paréntesis, muy al principio de nuestro viaje
implanificado pasamos por la Bodeguita del Medio, sin duda famosa y de gran
tradición, pero la verdad, los mojitos en Guardalavaca y el la FAC son muy
superiores a los ofrecidos en la
bodeguita y a mejor precio.
No sé cómo, no me pregunten pero me perdí ahí dentro, ah sí,
encontré a uno de los actores de una obra de teatro que vimos ahí dentro y me quedé
a platicar con él, charla corta pero muy buena.
Para cuando traté localizar Rosalía, Ponce y Lupita se
habían esfumado.
A sabiendas que íbamos a escuchar un concierto me dirigí al
lugar de dichos eventos, no encontré a nuestros amigos, pero Ponce si me vio a
mí, es decir, a mi sombrero, creo que era la única persona ensombrerada del
lugar.
Por desgracia el grupo a presentarse se tardó mucho y ya tenía
un retraso importante, no lo pudimos escuchar.
La pasamos muy pero muy bien, pero ya era algo tarde, así
que salimos del lugar y nos fuimos a casa de la querida amiga Yamiris, pues
mañana primero de mayo es el desfile y queremos participar en este evento.
Lupita en la Fábrica de Arte Cubano |
2 comentarios:
Emoción... lo estoy recordando... yo también me fui a casa de Yami la noche anterior, para ir al desfile del 1º de mayo. Antes que proteste, dejo constancia que llegaron también la Nica y Umanzor (y que la Nica pretendía que no durmiéramos en toda la noche, pero no lo consiguió... je).
Para variar la Nica proponiendo desvelos y tempestades.
No podía ser de otra manera.
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