Casa de madera en San Antonio de los Baños |
20 de abril.
A las 8:30 Jóse estaba ya listo y
preparado para llevarnos raudos a la estación del tren que nos llevaría a San
Antonio de los Baños, lugar de origen de nuestro músico-poeta Silvio Rodriguez.
Salimos a eso de las 8:50 y
llegamos a la estación al filo de las 9:20, ahí nos informaron que el tren
saldría a las 10:05.
Perfecto.
Pero llegó la hora de partida y
del tren ni sus luces, ya preguntando nos dijeron que estaba en los talleres
pues le habían detectado alguna falla y estaría en reparación.
La gente que esperaba poco a poco
se fue molestando hasta llegar al grado de protestar airadamente por la falta
de aquel transporte.
La buena señora de la taquilla se
liaba a gritos con las personas que le reclamaban.
Marco y Leti, que habían ido a un
mercado cercano, regresaron cuando las aguas estaban algo calmadas.
Marco había comprado tres puros
por un precio bastante económico y al llegar a la taquilla le pidió a la señora
que le ayudara a prender el cigarro.
Total, hasta amigos terminaron,
ahí estaba nuestro amigo diciendo a viva voz:
-¡Mi negra- la señora es de piel
color serio- tómate una ‘fotico’ conmigo!-
Y aquella buena mujer feliz de la
vida.
Definitivamente no habría viaje
en tren.
Plan “b”
Llamar a Jóse y pedirle que nos
llevara al taller de Fuster, a la fábrica de Arte, a la casa de las Américas…
bueno, la cosa quedó en que iríamos montados en el unicornio hasta San Antonio
de los Baños.
Y así fue.
Iglesia de San Antonio de los Baños |
Llegamos al lugar y nos
apersonamos en la casa de la cultura, ahí nos recibió Gipcia González,
directora de dicha casa.
Le dijimos que buscábamos la casa donde nació Silvio,
ella nos explicó que había por lo menos dos versiones del lugar, y comentó
también que si alguien podía saber este dato era Gildardo Alayón “el de las
arañas”, y sin más nos acompañó hasta la casa del biólogo amigo de Silvio desde
la infancia.
"Aquella casa es donde nació Silvio" |
Este hombre de ciencia nos
recibió muy bien, salió a saludar y con gusto platicó con nosotros, nos señaló
las distintas casas donde Silvio y él jugaban y frecuentaban, la casa de los
abuelos y las tías.
En una de esas, señala una casa
humilde y nos suelta “en esa casa vivía Narciso ‘el mocho’ el que construía los
papalotes, y más adelante está “El Sol de Cuba”
Casa de Narcizo "el Mocho" |
Los recuerdos se aglomeran y me golpean,
“Papalote” es la primera canción que escuché de Silvio en las manos virtuosas y
la querida voz Jorge, tío ausente al que
tanto extraño.
El Sol de Cuba |
Nuestra guía nos lleva a la casa
donde nació Silvio, más bien el lugar, ya que actualmente se construyó una casa
con materiales modernos y el predio ya no pertenece a la familia Rodriguez.
La casa original era de
materiales poco resistentes y el tiempo había marcado de manera irremediable
aquella construcción, no hubo más remedio que hacer una nueva.
Gipsia y la actual dueña de la casa |
La actual dueña es una señora de
lo más linda, fue amiga de las tías de Silvio y guarda buenos recuerdos de
aquellas sus gentes queridas, recuerdos que atesora y comparte.
El cielo de San Antonio |
Le tomé una foto a las nubes,
pensado que fue bajo este mismo cielo que Silvio vio su primera luz.
Fuimos al rio Ariguanabo, yo
esperaba encontrar un asunto muy desagradable, pero no lo fue. Tienen evidentes
problemas de contaminación, mismos que
hay que tratar, pero están a tiempo de rescatar un lugar hermoso.
Río Ariguanabo |
Invitamos a Gipsia a comer, nos
llevó a un lugar estupendo, de ahí nos movimos al museo del humor.
En la ida nos encontramos a un
señor que saludó a Gipsia, resultó ser un antiguo maestro de música ya
retirado, tenor. Marco le preguntó si se sabía alguna canción mexicana y este
hombre nos cantó a viva voz “México lindo y querido”
Este lugar está lleno de magia.
El Museo del Humor es sorprendente y hermoso,
y justo tiene la exposición de la bienal que se presentó este año.
Fuimos recibidos por una mujer
que fue parte del jurado y también es museógrafa del lugar, un poco más
adelante nos alcanzó Izel, la directora del museo quien nos acompañó en todo el
recorrido.
Ah, en este museo nos encontramos
con Boligán, caricaturista cubano que radica en México, fue muy amable y por un
rato nos acompañó.
Museo del Humor. |
Ya al final nos explicaron un
mural que tienen en el museo y que recorre los principales personajes
caricaturescos de Cuba.
Este museo es único, hay que
visitarlo al menos una vez en la vida, y las personas que le dan vida son
personas extraordinarias.
Al salir del museo, justo en el
centro de San Antonio, un individuo pasa en una motoneta, Lupita lo llama:
-¡Roland!-
Se trata de Roland Méndez, del
grupo Yawar.
Para la motoneta y saluda a
todos, muy amable también.
Un asunto curioso fue que desde
que llegamos a la casa de la cultura, Gipsia nos mencionó que justo al otro
día, vendría Silvio para ver lo de los amigos del rio.
Esto también nos fue mencionado
por Izel, Gildardo y Boligán, añadiendo cada uno que se trataba de una reunión en
petit comité.
De todas maneras era un dato que
ya sabíamos de antemano.
Fuimos muy bien tratados en San
Antonio de los Baños, y estamos muy agradecidos con todas las buenas personas
que nos recibieron tan bien.
Con Gipsia, en la casa. |
Regresamos en medio de una nueva
tormenta, afortunadamente a nadie se le olvidó su teléfono.
Ya por la noche Leti y Marco –jóvenes
que son- nos proponen ir al Tropicana,
yo no estoy muy seguro, ya veremos.
(Al final nosotros no fuimos al
Copacabana, nos quedamos a descansar).
Lupita en el río Ariguanabo. |
6 comentarios:
Turismo silviofilo!!!!!!
Fata Paro, coincido.
Maravilloso todo, pero más lo de Narciso "El Mocho" y "el Sol de Cuba". Muchas gracias Armando y Lupita.
👏🏻
Oooohhh!
Jesús, un abrazo hermano.
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