domingo, 6 de abril de 2014

DULCE MARIA LOYNAZ





"La única verdad en esta vida y la única fuerza es el amor. En él está la salvación y en él está el mando. El patriotismo no es más que amor. La amistad no es más que amor"  José Martí









María de las Mercedes Loynaz Muñoz (Dulce María Loynaz Muñoz) (La Habana, Cuba, 10 de diciembre de 1902 - La Habana, Cuba, 27 de abril de 1997) es una de las principales figuras de la lírica cubana y universal. Mereció el premio Miguel de Cervantes en 1992. 

En el linaje de la Loynaz se entrecruzan importantes personalidades cubanas y universales, su propio padre, Enrique Loynaz del Castillo, poeta y General del Ejército Mambí, Ignacio Agramonte y Loynaz, la destacada poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda y Martín de la Ascensión, uno de los 26 mártires de Japón al que le dedicara un extenso poema en prosa. 

Su infancia transcurrió junto a la de sus hermanos Enrique, Carlos Manuel y Flor. Todos los hijos del general hicieron poesía pero sólo Dulce María se interesó en hacer pública su obra. Crecieron en un ambiente de celoso enclaustramiento y lujo, no visitando jamás escuelas públicas ni privadas; los preceptores iban a educar a los hermanos en su casona primero de San Rafael y Amistad, Centro Habana, y luego de Línea entre 14 y 16 en El Vedado.

En 1919 publicó sus dos primeros poemas, Vesperal e Invierno de almas, en el diario La Nación, que significaron la entrada de Loynaz en el mundo de las Letras. Posteriormente, estudió Derecho Civil en la Universidad de La Habana, y se doctoró en 1927. Fue doctor "Honoris Causa" por esta misma universidad. En 1928 empezó a escribir su novela lírica Jardín, que terminaría siete años después y que no se publicaría en España hasta 1951. Novela que ha sido precursora de la actual novelística hispanoamericana.

Es fundamental en su estilo la influencia de Juan Ramón Jiménez. En las composiciones de Loynaz encontramos una ternura, delicadeza y melancolía que recuerdan, sin duda alguna, la expresión intimista de Platero y yo, la popular obra del poeta. Él mismo reconoce estas semejanzas entre ambos en un artículo del año 1942, que publica en la revista semanal Buenos Aires. En 1929 viajó a Turquía, Siria, Libia, Palestina y Egipto. En este momento escribió su obra Cartas de amor al Rey Tut-Ank-Amen, inspirada por su visita a la tumba del famoso faraón. Un año después conoció a García Lorca, con el que mantuvo una entrañable amistad y que fue uno de los muchos amigos que hizo en España.

En el año 1937 se casó con su primo Enrique de Quesada y Loynaz, pero su matrimonio fracasó, y la pareja se divorció siete años después. En 1938 publica Versos, una recopilación de poemas escritos entre 1920 y 1938, y Canto a la mujer estéril. En 1946 contrajo matrimonio con el periodista Pablo Álvarez de Cañas, originario de las Islas Canarias. A partir de este momento inició una serie de viajes que la llevarían por gran parte de América del Sur (Chile, Argentina, Uruguay y Brasil), y desde 1947 hasta 1958, también por España, país con el que mantuvo una profunda relación y que visitó en numerosas ocasiones.

De esta época son las obras Juegos de agua; versos del agua y del amor (1947); Mi poesía autocrítica (1951); Poemas sin nombre (1953); Obra lírica (1955), que recopila todos sus versos anteriores; Últimos días en una casa (1958) y Un verano en Tenerife, publicado el mismo año. También durante este período escribió diversas crónicas en las que dio a conocer sus impresiones acerca de sus viajes por América del Sur, Europa y España. Algunos de estos artículos, que aparecen en periódicos como El País y Excélsior, son: Impresiones de un cronista (1947); Crónicas de América del Sur (1947); El Succés de la semana (1948); Crónicas de ayer (1954) y Entre dos primaveras (1954). Dio recitales de poesía por toda la Península, además de numerosas conferencias, como Gertrudis Gomez de Avellaneda, La Gran Desdeñada; Poetisas de América; Mujer entre dos islas y El último rosario de la reina, ambas de 1951, y Gabriela y Lucila (1957).
Un año más tarde regresó a su tierra natal y a la paz de su casa de El Vedado para dedicarse desde allí a la literatura. 


La poetisa y Pinar del Río


En la década de los sesenta el pianista pinareño José Antonio Martínez de Osaba, comenzó a interesarse por la vida de Dulce María Loynaz y hacer averiguaciones sobre el paradero de la poetisa. Algunos decían que la misma había partido al extranjero con su esposo Pablo Álvarez de Cañas, otros que aún vivía en La Habana, pero no sabían exactamente dónde fijar su residencia. Algunos aseguraban que había fallecido. Luego de una tenaz búsqueda dio con el paradero de la Loynaz en el año 1969 y mediante una amplia correspondencia y visitas periódicas lograron una gran amistad; fue el primer acercamiento de la escritora con las tierras de Vueltabajo. Sin embargo quien sellaría los lazos de amistad entre la poetisa y Pinar del Río fue el historiador Aldo Martínez Malo, que la conoció en 1971 y con quien también mantuvo una amplia correspondencia que luego sería recogida en el epistolario Cartas que no se extraviaron. En Pinar del Río recibió numerosos reconocimientos, tanto a ella como a sus hermanos. En 1990, luego de haber donado su biblioteca personal, la cual atesora importantes títulos, muchas ediciones príncipe, y obras dedicadas por sus autores, funda en la ciudad de Pinar del Río el Centro de Promoción y Desarrollo de la Literatura Hermanos Loynaz. También en esta provincia se celebraron con carácter más o menos anual el encuentro iberoamericano sobre su vida y obra.


Distinciones

Asistió en 1953, invitada por la Universidad de Salamanca, a la celebración del VII Centenario de la Universidad. En 1959 fue elegida miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua, presidió desde 1992 hasta el momento de su muerte la filial cubana de esa institución. Durante su vida recibió gran cantidad de premios y honores; entre otros se destacan el Premio Cervantes en 1992, la Orden de Alfonso X el Sabio en 1947, y la Orden de Isabel la Católica de periodismo. En Cuba recibió la orden cultural Félix Varela y el Premio Nacional de Literatura. Entre otros.


Personalidades relacionadas

Entre las grandes figuras de la literatura universal que pasaron por su casa se cuentan Federico García Lorca y los premios Nobel de literatura, Gabriela Mistral y Juan Ramón Jimenez. En su casa sitio en Calzada de 19 esq. a E , El Vedado, se hacían reuniones de intelectuales del ámbito nacional y extranjero, como le llamaron en su época " Aristocracia del conocimiento". También intercambió con la poetisa uruguaya Juana de Ibarbourou, quien confesó a la cubana que desconocía la causa de su admiración ya que luego de leer los poemas de la Loynaz reconocía que quien la admiraba era superior a ella.


Últimos días

El 15 de abril de 1997 es homenajeada en su residencia de E y 19 en El Vedado por el Centro Cultural de España en La Habana por el 45º aniversario de su obra Jardín. Siendo ese mismo día internada en el hospital CIMED en muy delicado estado de salud. Falleció el 27 de abril de 1997, a los 94 años de edad, producto a un paro cardiorrespiratorio, sin dejar descendencia alguna ni ella ni ninguno de sus otros tres hermanos. Fue sepultada en el panteón familiar la mañana del día 28 presunta fecha del cumpleaños de su fallecido esposo Pablo Álvarez de Cañas. Asistieron importantes figuras del ámbito cultural y político cubano, así como representantes de la Iglesia Católica, pero fundamentalmente estaba su pueblo, para decirle el último adiós a la petisa, mientras de fondo se escuchaba su propia voz en los altavoces, declamando parte de la obra que la hizo merecedora del Premio Cervantes (Nobel 
de las letras hispanas).

Deseo
Que la vida no vaya más allá de tus brazos.
Que yo pueda caber con mi verso en tus brazos,
que tus brazos me ciñan entera y temblorosa
sin que afuera se queden ni mi sol ni mi sombra.

Que me sean tus brazos horizonte y camino,
camino breve y único horizonte de carne:
que la vida no vaya más allá... ¡Que la muerte
se parezca a esta muerte caliente de tus brazos...!

Poema X
Vino de ayer, aún me enturbias los ojos...Pero
¡cómo me siento ya la boca amarga!

Poema XIV
En la casa vacía han florecido rojos los rosales y
hecho su nido las golondrinas de alas agudas...
¿Por qué dicen que está vacía?

Ref: www.es.wikipedia.org
       http://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/loynaz.htm