jueves, 21 de enero de 2016

Proyecto Tlaloc


Proyecto Tlaloc


Tlaloc, Museo Nacional de Antropología





En un poblado del estado de México llamado Coatlinchan, se encontraba una gran piedra semi labrada, a la que los lugareños dieron el nombre de Piedra de los Tecomates.




Durante mucho tiempo, siglos ya, se ha especulado sobre la identidad de la escultura, dado que nunca fue acabada, tiene parecido a muchos dioses y ningún atributo que lo identifique plenamente, por ejemplo, a Quetzalcoatl lo distingue su gorro cónico y su pico de ave, a Tlaloc sus “anteojeras”, a Chalchiuhtlicue su falda de piedras preciosas, a Mictlantecutli su ser esquelético, etc.



chalchiuhtlicue y su falda de piedras preciosas



Dualidad Micltantecutli-Quetzalcoatl
Códice Borgia

Tlaloc
Museo de sitio Templo Mayor





Sin embargo, se le conoce popularmente como Tlaloc, y fue traído de su cuna de piedra a la Ciudad de México en 1964.

Traslado a la Ciudad de México

Tlaloc representa una de las deidades más importantes en el panteón pre cuahutémico en las distintas culturas mesoamericanas, incluso el poeta Rubén Bonifás Nuño considera a esta deidad como la más antigua e importante en la historia mesoamericana, una herencia cultural e hilo conductor de la visión indígena, desde los olmecas primitivos hasta nuestros días.
Fray Bernardino de Sahagún (1499-1590) lo identifica además como dios del trueno y de los terremotos.


Tlaloc puesto de pie en la entrada del museo


La escultura fue puesta a la entrada del Museo de Antropología en la Ciudad de México, y desde hace cincuenta años ha sido referencia de encuentros, ha recibido a los visitantes del museo, paseantes de la zona y mucha contaminación de una de las avenidas más transitadas de la ciudad.
Después de tanto tiempo a la intemperie, se hacía necesaria una limpieza general, respetando la pátina que ya se ha creado en tantos años, pero retirando plantas e insectos que habían hecho nido en sus recovecos.
Es así como un grupo de personas entramos en el proyecto de limpieza del Tlaloc.
Tras algunos estudios previos se determinó el método de limpieza, se ubicaron andamios y se iniciaron los trabajos en el monolito.
La forma fue muy sencilla, con una mezcla de agua-alcohol se tallaba la roca con pequeños cepillos de plástico, con escalpelos, instrumental de dentista y mucho cuidado se retiraron los líquenes y nidos de insectos que crecían en la escultura. Al final se enjuagó con agua destilada.



limpieza con vapor y cepillo




limpieza con agua y cepillo



Pero las dimensiones colosales de la escultura, hicieron de esta tarea un trabajo lento y muy gratificante, pues al final del día, son pocas las personas que pudieron estar tan cerca de la deidad.


Tlaloc es la quinta escultura monolítica más grande del mundo






conservador Sergio González.


Mi interpretación personal es que no se trata de Tlaloc, Chalchiuhtlicue o deidad alguna, para mí, se trata de una escultura escuela, donde los futuros escultores se preparaban para las grandes obras maestras que ahora se exhiben en los distintos museos del país.

Esto explicaría las distintas técnicas, acabados, ideas y aproximaciones que presenta la escultura. Pero no soy arqueólogo o historiador,  solo soy una persona muy afortunada que tuvo la suerte de participar en este proyecto, acompañado por mi Lupita.


Y más afortunado soy al compartir con ustedes esta increíble experiencia, que espero pronto se repita.


Todos hemos tenido este tipo de experiencias fuera de lo común, que nos marcan y nos dejan grandes enseñanzas ¿Cuales han sido las tuyas?