Reloj público de Alta Gracia. |
11 de noviembre.
Tras un desayuno más espiritual
que espirituoso salimos temprano con rumbo a Ata Gracia.
El viaje es largo y plano, en
aquellas regiones argentinas los accidentes geográficos no existen.
Lo que nos iba quedando claro es
que los amigos argentinos tienen un sentido de la proporción bastante extraño,
al bus (para nosotros camión) de dos pisos le dicen “Micro” y al rio de 50
metros de ancho “riachuelo”.
Para mi fortuna iba de copiloto
en aquella recta interminable, Gus tenía los controles.
La plática fue por demás interesante,
en algún momento versó sobre los inventos y aportes de Argentina para la
humanidad y también de la forma especial que tienen los cordobeses de hablar.
Los tópicos también pasaron por
lo cerrado y cuadrado que son los policías cordobeses y sus inflexibles
reglamentos de tránsito
Gus me comentó que dentro del
reglamento de tránsito está considerado la forma en que debes cambiar un
neumático ponchado, debes tener una señalización que no es como en cualquier
otra parte del mundo, incluida el resto de la Argentina, debe ser un mechero de
alcohol de tamaño y forma determinado, además no puedes encenderlo sino con
cerillos de madera de tamaño también reglamentario.
Es decir, si tienes un mechero de
alcohol y cerillos de madera, pero estos no son del tamaño especificado
¡Felicidades! Te has ganado una multa.
Paramos en Rosario para almorzar,
el frugal desayuno ya hacía rato que había sido digerido, y en esos momentos
estábamos que devorábamos cualquier platillo puesto frente a nosotros.
Después de un breve descanso y un
bonito almuerzo seguimos nuestro camino.
Gus me seguía comentando de los
inventos argentinos cuando pasó lo inevitable, nos paró la policía.
Pudimos comprobar de primera mano
que es totalmente cierto que los cordobeses tienen una forma de hablar muy
particular y que los policías se apegan al reglamento como lapa a la piedra.
Nos detuvieron dos veces y en
ambas encontraron la forma de imponer sendas multas a nuestro querido Gus.
Alta Gracia, Altos Amigos. |
Total, llegamos a Alta Gracia,
lugar muy hermoso que además en su momento fue elegido por la familia Guevara para
pasar a difícil infancia de su hijo Ernesto.
Tras un pequeño peregrinar por el
pueblo, al fin nos hospedamos en un muy bonito lugar.
Salimos en cuanto pudimos, aún
era muy buena hora para visitar la casa museo donde viviera la familia Guevara.
La cocina en casa de la familia Guevara. |
Es una casa agradable y fresca con
amplio patio trasero, las distintas habitaciones han sido adecuadas para
reguardar algunos objetos tanto de la familia como del pequeño Ernesto.
Y del no tan pequeño Ernesto también,
ahí tienen la bicicleta que el futuro Che adecuó con un motor, también está lo
que queda de “La Poderosa II”, la mítica motocicleta con que Ernesto y Alberto
iniciaran aquel viaje de conocimiento y transformación.
Bicicleta modificada por Ernesto. |
La Poderosa II |
También está un fragmento del
tejado de la escuela de La Higuera, lugar donde fuera asesinado el comandante.
La escuelita de La Higuera. |
La casa museo cuenta con estatuas
en bronce dedicadas a Ernesto, una en el patio donde se le muestra adulto con
su uniforme y un puro, la otra a la entrada, donde un Ernesto niño mira al
futuro.
Ernesto niño. |
Presente, futuro. |
El Che. |
Dentro del museo nos hemos
encontrado con Tucu y Jorge, nuestro grupo se completó.
Salimos a la tardé fresca y
despejada, fuimos al centro a comer.
Nos sorprendió una carrera
nocturna, razón por la cual había sido tan complicado encontrar alojamiento al
momento de nuestro arrivo.
Carrera nocturna. |
Brindis por la Amistad. |
Regresamos en la noche al hotel.
Un asunto más, espero no
desesperar al amable lector, durante todo el viaje he estado mirando el extraño
cielo nocturno, busco alguna estrella, alguna constelación que me dé un norte en
el extraordinario catálogo sideral que cada noche veo, sobre todo quiero ver la
Cruz del Sur.
Hasta ahora no he tenido
referencia alguna de qué tengo en la mirada, magnificas estrellas brillantes y
sin sentido, hasta ahora.
Esta noche vi y reconocí la
Constelación de Orión, magnífica, extraña pero absolutamente conocida.
Sonreí a la noche. Alta Estrella,
Alta Gracia.
Orión Austral. |
13 comentarios:
Qué lindo recordar! La pasamos genial! Qué grupezco... Jajaja
Pensaba que inmejorable idea hacer en el blog los recorridos, porque puedo regresar tantas veces como quiera a ese momento.
Gracias
No tenía idea de semejante reglamento cordobés, no puedo creerlo, yo fui en auto a Córdoba montones de veces y jamás lleve semejante cosa q además es peligroso llevarlo en el auto.
Debe ser algo que quedó en el tiempo de Matusalén y nunca lo modificaron...
No habrá sido una jodita de Gus?
La verdad que sí se conformó un hermoso grupo.
Los extraño.
No se si el reglamento de tránsito de Córdoba sea tan estricto, pero un asunto que pasó días después, y que contaréen su momento, me dio a entender que es real.
Qué bello cielo! qué bien salió esa foto!
Bueno, ya lo dijo Jorge -el no marido de Tucu-:
Nadie sale de Córdoba sin haberse ganado una multa. jajaja
Quiero más, quisiera regresar a esos días.
Nosotras de casa sí salimos indemnes de una parada de la policía cordobesa...
Íbamos en 2 autos, nos paran y para mí sorpresa las q iban en el otro auto se olvidaron en casa los documentos del auto!!!! Mamita, pensé acá nos secuestran el auto.
Lloramos, explicamos,no pagamos coima xq es imposible a los cordobeses, y para mí gran sorpresa, los policías nos dijeron: bueno, sigan, pero q urgente les manden desde Buenos Aires los documentos xq la próxima no pasan...
Fuimos a nuestro lugar de vacaciones en Tanti, y por correo nos mandaron los documentos.
Así q pueden llegar a ser humanos, jajaja
Puente querido:
Días inolvidables en Altagracia!
Fue un hermoso viaje, pese a la policía de tránsito de Córdoba.
Fue tan bello reunirnos desde puntos tan disímiles y se recrea la magia de los encuentros!
Los quiere
Guadalupe
que hermosos recuerdos vienen a Puente de tu mano Armando...
Aplaudí y aplaudo la idea de Pato, encontrarnos en la casa de infancia del Che, de todo lo observado, lo que mas me gustó fue el triciclo, que estaba en el rincón de su cuarto recreado, que me viene a la memoria con la música de Silvio que sonaba. Silvio debería saber que es la banda sonora también de esto...ya voy a buscar que tema era, pero en mi memoria ese triciclo que me une a el, como en el museo de Santa Clara el aerosol del asma, estará para siempre asociado a música de Silvio
y mas...en Córdoba, que multas aparte, tiene hermosos lugares como el río de Mina clavero, donde después de aparecer el desaparecido, disfrutamos de un momento mágico .
Quiero decir que dos cosas marcan para mí ese encuentro, la primera fue la alegría de caminar juntos a a la noche yendo a la cena, que me hizo acordar a la caminata en Nicaro con Pato y con Lien (guajira te extrañamos demasiado mucho!!!!), ese recuerdo con aroma a amistad.
y a pocos minutos de separarnos, el recuerdo amargo, de leer en el celu, la noticia de que la enfermedad había vuelto con toda su saña sobre nuestro Rodri. Con la misma hermosura que me vuelve la caminata, me vuelve la amargura, el dolor de esa noticia...perdón por traerla, pero en mi mente así están las dos enlazaditas
Alta Gracia, Alta Gracia! A ver alumnita Lupe repita conmigo Alta Gracia.
¿No era Hombre la canción q sonaba Tucu?
¿Era un triciclo? Yo recuerdo la bicicleta, no recuerdo el triciclo q desastre q soy.
Pato qué ya corregí!
Siempre dije que era Alta Gracia!
Jajaja!
Sonaba Fusil contra fusil en la entrada del Museo!
Cierto, en la casa del Che había música, recordamos "Hombre" de Silvio, pero hubo música durante toda la visita.
Por un uro error mio no incluí algunas fotos, ahora comparto un par de la recreación del cuarto de Ernesto.
Hombre o fusil contra fusil, ay Dió q disyuntiva...O eran las 2, q desmemoria auditiva.
Y era un triciclo o una bicicleta? O las 2? Ay Dió
Mi linda Fata Pato, era un triciclo y un carrito en la recámara de Ernesto, la bicicleta modificada y la Poderosa II.
De la música que sonaba eran esas dos y muchas más.
Ya incluí las fotos del triciclo.
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