10 de noviembre.
La historia reciente argentina de
nuevo nos toma por asalto, en esta ocasión es la mansión Seré, de triste
memoria.
Parque Gorki. |
Esta antigua mansión fue fundada
ya hace más de un siglo. Fue pasando de mano en mano y de generación en
generación hasta que por ahí de los años cuarenta del siglo pasado fue
abandonada.
A mediados de los sesentas, la
Fuerza Aérea toma la mansión y funda ahí un casino para oficiales.
Tras el golpe militar de 1976
empieza a funcionar como centro clandestino de detención, donde serían llevados
cientos de personas, en ese entonces la casona es también conocida como "Atila"
La junta militar encabezada por
Videla no permitía la más mínima oposición a su forma de ver el mundo,
absolutamente plegada a las exigencias e intereses del gobierno norteamericano
y sin el más mínimo respeto por los Derechos Humanos y/o seguimiento del debido
proceso con los detenidos.
Fue el mismo Videla quien se
refirió a los detenidos como “ni vivos ni muertos, están desaparecidos” aun en
la plena conciencia de que los tenían en estos centros donde fueron torturados,
vejados y asesinados.
Los cuerpos de los detenidos
asesinados fueron enterrados en el sótano de la casona.
Muy pocos detenidos fueron
puestos en libertad, son sus relatos los que dan luz a esta sombría historia.
Sucedió durante un partido de
futbol transmitido a nivel nacional, la guardia se relajó para ver el encuentro
y tres presos supieron evadirse del centro clandestino, sus captores al darse
cuenta terminaron por dinamitar el lugar con la vana esperanza de ocultar tanto
sus crímenes como sus fallas.
La mansión en ruinas fue
abandonada, los torturadores, los asesinos creyeron haber enterrado la historia
junto a los cuerpos de sus víctimas.
En el 2002 con el concurso del
Proyecto Arqueológico y Antropológico Mansión Seré se comenzaron las excavaciones
que dieron con el cimiento original de la casona, y con ello a los restos de
los detenidos que fueron enterrados en el lugar.
Se recuperaron el sótano, los
restos de los detenidos, sus nombres y sobre todo la historia oculta por tantos
años.
Hoy el lugar es un poli deportivo
y un Centro de la Memoria, un lugar para no olvidar lo ocurrido hace tan poco
tiempo, por terrible que sea, porque se trata de no repetir la historia, que
este episodio lleno de vergüenza no tenga cabida de nuevo nunca más.
Con todo lo terrible que resulta
todo esto, no queda otra que abrir mi corazón a la Argentina, donde se han
tomado el tremendo trabajo de la memoria, de la justicia, de no olvidar.
Digo esto con un dejo de
amargura, en mis lares no solo no se ha tomado este camino luminoso de memoria
y justicia, sino al contrario, los entorpecedores de cualquier intento de investigación
aplauden y festinan obscenamente cada vez que entorpecen cualquier diligencia
encaminada a esclarecer cualquier tipo de injusticia cometida por su partido.
Hace poco tiempo, algunas
personas envalentonadas por el regreso de la derecha al poder en Argentina,
mostraron su rabia y nula tolerancia, al amparo de la noche vandalizaron y
causaron destrozos en algunos de los monumentos, como si con eso pudiesen
conseguir borrar la memoria y olvidar.
La Mansión Seré no fue la excepción,
pero las manos de la memoria hicieron reverdecer el lodazal que dejaron
aquellas mentes sombrías.
La tarde mejoró el ánimo, Larita
toco el piano, de sus manos no salió música sino luz.
6 comentarios:
Ay Armanducho, con esta entrada me dejás en silencio total, y eso que me cuesta... Duros tiempos aquellos! con demasiadas historias por contar...
Qué hermosa Larita!
Suscribo comentarios de Patricia. Abrazos y besos.
Si mi querida Pato, hay muchas historias por contar y no hay que olvidar ninguna.
Duros tiempos que no tendrían que volver.
La foto de Larita.... bueno, alguna foto de las 2000 que tomé tenía que salir bien.
Amigo Sergio, un abrazo enorme como para tí.
Ese lugar..., ese lugar que hoy es un polideportivo que se llena de deportes, gritos de niños y música (suelen hacerse festivales artísticos), guarda esa historia..., como dice Pato, demasiadas historias.
En esta película, bajo supervisión de los sobrevivientes, se cuenta lo ocurrido en la oscura Mansión Seré, "Atila".
La foto de mi Lara es hermosa!
Gracias, Armando!
Seguir contando es hacer memoria y mantener la lucha x la justicia viva.
Hermosísima Lara y su piano!!
Mi linda Fata Alida coincido, no olvidar es luchar por que no pase de nuevo algo así en ningún lugar.
Larita brilla con luz propia, yo solo tuve la fortuna de estar en el momento con mi cámara.
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